Las personas que creen que siempre tienen la razón en todo, son por lo general personas con problemas que ya les viene desde la infancia. Son personas que , en general, no escuchan las opiniones de los demás porque creen estar en posesión de la verdad. Su verdad, claro. La de los demás no cuenta. Son ignorantes.
Nada más lejos de la realidad. Estas personas viven en un mundo aislado de los demás. Un mundo que solo existe en sus mentes, porque la realidad es bien distinta. No aceptan los consejos de las personas que más los quieren, porque creen que los demás no están a su altura. Ellos lo saben todo.
No se dan cuenta que ellos están ahí porque sus padres les dieron educación, o maleducaron según los casos.
Creen tener siempre el control de todo, sin pensar en que los demás también tiene sus compromisos rutinarios igual que ellos. Son egoístas hasta el punto de que creen que si no se hace lo que ellos creen que se debe hacer, sin más, sencillamente, creen que no los quieren o los menosprecian.
Son personas muy poco flexibles, y maniáticas.
Lo curioso es que la mayoría de estas personas son inseguras, aunque ellos quieran mostrarse como lo contrario. De ahí que necesitan que todos los que les rodean reconozcan sus méritos y que los halaguen. Es la única manera de que ellos se sientan satisfechos. De lo contrario, siempre reaccionan de forma negativa aunque parezca que está relajados y contentos. Es una máscara que les proteje del exterior.
Son personas muy inseguras de si mismas, pero que esconden esta inseguridad intentando imponer sus criterios con razonamientos, muchas veces sin una sólida base, sino simplemente improvisados o basados en fuentes poco fiables.
La educación de estas personas durante su infancia, es fundamental para su futuro comportamiento.
La infancia marca mucho a estas personas.
Recordemos que los niños siempre, o casi siempre, tienen a sus padres, abuelos y amigos, como espejo en donde mirarse, lo que les ocasiona una deformación de la verdad en muchos casos, sobre todo, en influencias de tipo político y religioso que nos puede llevar a comportamientos radicales muchas veces increíblemente insospechados.
Hay que tener mucho cuidado en esta fase de la infancia con que tipo de personas tienen contacto los niños, porque estas malas influencias pueden llegar a crear una personalidad negativa.
Si no queremos que nuestros hijos sean personas que siempre quieren tener la razón, lo que hay que evitar es que no se eduquen de forma consentida, es decir, hay que ponerles límites, no dejar que todo aquello que a los niños se les antoje, haya que consentírselo. Si les consentimos todo, estos niños acabarán siendo personas despóticas y caprichosas, que siempre quieren tener la última palabra.
Es muy triste ver como estos personajes menosprecian muchas veces a sus padres a los que les deben, en la mayoría de los casos, lo que son.
En las relaciones de pareja, este comportamiento es una de las causas principales de ruptura, al igual que en el trabajo, cuando estas personas tienen un alto cargo responsable pero que quieren imponer su razón, sin escuchar las opiniones de los demás. Esto creará una reacción negativa que generalmente acabará en fracaso.
Ver más en:
http://www.infobae.com/2013/08/23/1503877-sindrome-hubris-la-enfermedad-los-que-creen-saberlo-todo/
https://www.lechepuleva.es/nutricion-y-bienestar/personas-que-creen-tener-siempre-la-razon
Creen tener siempre el control de todo, sin pensar en que los demás también tiene sus compromisos rutinarios igual que ellos. Son egoístas hasta el punto de que creen que si no se hace lo que ellos creen que se debe hacer, sin más, sencillamente, creen que no los quieren o los menosprecian.
Son personas muy poco flexibles, y maniáticas.
Lo curioso es que la mayoría de estas personas son inseguras, aunque ellos quieran mostrarse como lo contrario. De ahí que necesitan que todos los que les rodean reconozcan sus méritos y que los halaguen. Es la única manera de que ellos se sientan satisfechos. De lo contrario, siempre reaccionan de forma negativa aunque parezca que está relajados y contentos. Es una máscara que les proteje del exterior.
Son personas muy inseguras de si mismas, pero que esconden esta inseguridad intentando imponer sus criterios con razonamientos, muchas veces sin una sólida base, sino simplemente improvisados o basados en fuentes poco fiables.
La educación de estas personas durante su infancia, es fundamental para su futuro comportamiento.
La infancia marca mucho a estas personas.
Recordemos que los niños siempre, o casi siempre, tienen a sus padres, abuelos y amigos, como espejo en donde mirarse, lo que les ocasiona una deformación de la verdad en muchos casos, sobre todo, en influencias de tipo político y religioso que nos puede llevar a comportamientos radicales muchas veces increíblemente insospechados.
Hay que tener mucho cuidado en esta fase de la infancia con que tipo de personas tienen contacto los niños, porque estas malas influencias pueden llegar a crear una personalidad negativa.
Si no queremos que nuestros hijos sean personas que siempre quieren tener la razón, lo que hay que evitar es que no se eduquen de forma consentida, es decir, hay que ponerles límites, no dejar que todo aquello que a los niños se les antoje, haya que consentírselo. Si les consentimos todo, estos niños acabarán siendo personas despóticas y caprichosas, que siempre quieren tener la última palabra.
Es muy triste ver como estos personajes menosprecian muchas veces a sus padres a los que les deben, en la mayoría de los casos, lo que son.
En las relaciones de pareja, este comportamiento es una de las causas principales de ruptura, al igual que en el trabajo, cuando estas personas tienen un alto cargo responsable pero que quieren imponer su razón, sin escuchar las opiniones de los demás. Esto creará una reacción negativa que generalmente acabará en fracaso.
Ver más en:
http://www.infobae.com/2013/08/23/1503877-sindrome-hubris-la-enfermedad-los-que-creen-saberlo-todo/
https://www.lechepuleva.es/nutricion-y-bienestar/personas-que-creen-tener-siempre-la-razon
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